Desde el comienzo de la serie muchas cosas cambiaron. Sookie esta alejada de Bill y aunque tuve un encuentro con Eric, por ahora, está soltera. Jason, su hermano, ya no es el mujeriego que todos conocíamos, ahora es un "shifter" y está aprendiendo como es esto de transformarse en pantera y estar de novio con alguien de su nueva especie. Pero no todo cambió. Sookie sigue trabajando en el bar y sigue siendo una joven atractiva para los hombres del mundo sobrenatural y un imán para los problemas y situaciones peligrosas.

En Definitely Dead, Quinn, el shifter que conoció en la ceremonia donde se elegía al nuevo líder de los hombres lobo, la invita a salir. La cita termina en desastre gracias a que los atacan unos lobos recién transformados y drogados. Luego, Sookie, que ahora se codea con la nobleza del mundo de los vampiros, tiene que ir a Nueva Orleans a arreglar asuntos pendientes relacionados con su prima vampira lesbiana, novia de la reina y, en el ínterin, lidiar con la familia de Debbie Pelt (la shifter que mató con la ayuda de Eric) que quieren saber a toda costa qué le pasó a su hija.

En el plano sentimental. Quinn parece ser, como todos los novios de Sookie, protector, lindo, posesivo, pero Sookie tiene miedo de salir lastimada, o sea, esa historia va despacio. Con Eric la situación está tensa aunque él sigue demostrando interés en ella y cada vez que puede le roba algunos besos. Bill, por su parte, admitió haber hecho algo muy feo y rompe el corazón de Sookie.

Al sexto libro de la serie no le faltan ni aventuras ni romance. No dejan de sumarse seres sobrenaturales a la historia, ahora tenemos: vampiros, hombres lobos, shifters (de todo tipo), hadas, brujas, demonios. Una serie entretenida y adictiva, a Charlaine le sobran ideas y capacidad para contarlas. Les recomiendo que siempre tengan a mano el libro que sigue porque la espera mata.

Puntaje: 8

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