
La historia de un adolescente que comete actos violentos y se droga por pura diversión, hoy en día, no es una novedad pero eso no hace al libro menos atrapante o desafiante para el lector. Y más allá de la histora creo que su punto más fuerte y fascinante es el lenguaje.
Los adolescentes tiene su propio idioma y eso es lo que Burgess armó para sus personajes. La primera edición no incluía un glosario (la mía tampoco) y es difícil acostumbrarse y entender pero Anthony tenía razón, uno se va metiendo en la cabeza de Alex, en la historia y, tarde o temprano, terminas entendiendo. Por eso mi recomendación es que lean sin recurrir al glosario (1) ahorran tiempo y (2) aceptan el desafío.
Un libro violento y complicado. Alex es realmente horrible aunque está narrado en primera persona y eso siempre es para generar simpatía entre el lector y el protagonista, en este caso, al menos en mí no despertó tal sentimiento.
A Clockwork Orange (La naranja mecánica) está catalogado como uno de los clásicos modernos y con motivo. Lo puedo sacar de mi lista y agregar la versión en español porque me muero de intriga por ver que hizo el traductor.
Puntaje: 8