Mercy Falls es un pequeño pueblo en el que es de público conocimiento que hay lobos en el bosque. Lobos por los que nadie se preocupa hasta que un chico es atacado. Un ataque similar al que sufrió Grace, la protagonista, hace muchos años y que le dejó una única secuela: una conexión muy rara con el bosque, los lobos y con uno de ellos en especial.

El libro está dividido en varios capítulos, algunos narrados por Grace y otros por Sam. No cuentan los dos el mismo hecho sino algunos él y otros ella. Ambas perspectivas son disfrutables, simplemente, porque los personajes lo son. Grace es una típica adolescente pero atípica para este tipo de novelas: habla de otras cosas además de ella, es directa, no se la pasa llorando o babeándose por el chico que le gusta. Sam lucha contra su naturaleza y es vulnerable pero no esperen al clásico macho alfa.

La historia está bien contada, no hay descripciones largas y/o molestas, ni demasiados personajes secundarios o situaciones que nos distraigan de lo importante. Es un libro directo que no pierde hojas en explicar obviedades o hablar de nada. Las respuestas se obtienen durante el transcurso de la novela evitándole al lector tener que llegar en una nube a un último capítulo que le explique todo a las apuradas.

Shiver es melancólico, invernal, efectivo, con un final (capítulos finales) muy bien logrados, que te dejan con ganas de seguir leyendo esta serie. Los lobos no eran mis personajes paranormales preferidos, creo que cambié de opinión.

Puntaje: 8

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