En Frostbite, segundo libro de la serie Vampire Academy, de Richelle Mead las cosas se ponen un poco más oscuras.Comienza con dos familia de moroi reales y todos sus guardias masacrados. Obviamente, los strigoi se están organizando y planean matar a todos los miembros de la "realeza" y a esos que estén junto a ellos. Lo peor es que está gente que solo puede salir de noche parece estar moviéndose también durante el día, con lo que hace suponer que hay una alianza entre strigois y humanos.
Los moroi y los dhampirs se refugian y comienzan a pelearse entre ellos: algunos moroi quieren luchar junto a sus guardias, otros prefieren seguir con el mismo sistema y confiar en la protección que estos les brindan. Entre tanta muerte y discuciones, tres jóvenes se escapan en busca de los strigoi para vengarse. Rose se da cuenta y con la ayuda de Christian los va a buscar. Además, un moroi real, Adrian, hace contacto con Lissa y Rose porque él también tiene la magia del espíritu.
En Frostbite hay mucha acción y muertes. Todos están asustados. Le temen tanto a los vampiros malos como a modificar el sistema y exponer sus vidas. Lissa y Christian son como una persona y, Rose y Dimitri aunque se aman, no pueden estar juntos. El nuevo personaje, Adrian, es muy intrigante y tiene un poder del cual todavía no sabemos mucho pero que promete grandes cosas.
Una serie con tramas abiertas a múltiples posibilidades que te dan ganas de seguir leyendo para saber qué va a pasar. El amor está en el aire pero no es lo principal.
Puntaje: 7
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