Ben tiene un pasado oscuro y es capaz de ver o percibir cosas cuando toca a la gente (psycometry). Camelia está en peligro. Alguien le está dejando fotos con amenazas, se mete en su casa y la llama por teléfono. Muchos son los posibles sospechosos pero Ben tiene todo en su contra y es el número uno. Sus amigos le sugieren que podría ser una broma pero...

Camelia no es una damisela en peligro que se la pasa llorando o haciendo tonterías. Es una chica con los pies sobre la tierra y si bien esta asustada (¿quién no lo estaría en su lugar?) trata de pensar quién puede ser, si está exagerando y cómo solucionarlo.

Ben tiene un pasado comprometedor y un poder paranormal que por suerte está incluido en la historia de la manera más "normal" posible.

Los personajes secundarios acompañanan muy bien a los principales. Entre ellos están los amigos de Camelia y todos los posibles acosadores, aunque los amigos por momentos también caen en esta categoría. Como en todo thriller uno mientras lee trata de adivinar y lo bueno es que no lo logré por una buena cantidad de páginas.

La historia está contada por Camelia pero entre capítulo y capítulo hay algunas líneas escritas por el acosador (no sé si son pensamientos o extractos de su diario íntimo) y realmente este chico da miedo, se nota como va perdiendo el control y poniéndose cada vez más agresivo.

Le juega en contra el escenario. Todo transcurre en un colegio, por ende, los protagonistas son adolescentes. Obviamente está dirigido a jóvenes adultos con lo cual la autora está limitada (sino no le permiten que el libro entre en dicha categoría) y es una pena porque realmente da para más. Escribe bien y la historia de la chica acosada es atrapante, podría haber sido un thriller excelente en otro contexto y con más libertades.

Gracias Laurie por una heroína que no es una idiota, por un héroe que no es completamente inocente y por un final no perfecto.

Puntaje: 8

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